Después de algún tiempo, volvemos con las mismas ganas e ilusión que antes, pero con muchos más conocimientos y experiencia en lo que respecta a este emocionante viaje de la educación.
El poema que os adjunto a continuación me resulta una muy buena forma de retomar este maravilloso espacio que comencé cuando aún me encontraba en el segundo año de carrera.
En mi opinión, Gabriel Celaya pone en palabras muchos sentimientos y emociones, una labor complicada a la par que inmensa. En mi actual posición como opositora, me aporta deseo, anhelo, ánimo, en definitiva, me permite soñar, soñar un futuro que cada vez está más cerca.
¡Espero que os guste tanto como a mí!
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