Esta canción, al igual que muchas otras, me recuerda a muchas de mis anécdotas que viví de pequeña. Siempre que la escucho, me trae a la memoria el momento en el que en mi colegio se celebraba el Día de la Candelaria, en el cual comíamos una rosca de pan con aceite de oliva y chocolate, y cantábamos canciones infantiles típicas de aquel momento, alrededor de una gran candela al aire libre y con todos los compañeros cogidos de la mano. Era un día de convivencia en el que nos relacionábamos con compañeros y compañeras de clase y de otros cursos, y además con nuestros maestros y maestras y demás personal educativo de nuestro centro. Compartíamos vivencias, pensamientos, emociones y, por supuesto, mucha diversión.
¡Espero que os guste y os divirtáis escuchándola y cantándola como yo antes y ahora!
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